Siguiendo el espíritu apostólico de Santo Domingo de anunciar el Evangelio:
- a todos
- en todo lugar
- de cualquier manera
colaboramos en la construcción del Reino de Dios en la tierra recordando las palabras de nuestro Padre Fundador: “no hay nada que nos haga más cercanos a Dios que participar en la salvación de las almas, que colaborar con Él en la salvación del prójimo.”