Descubrimientos de una novicia

La acción pastoral en la cárcel de Białołękafué nuestro primer encuentro con una institución de este tipo. La primera impresión hace que se nos hiele la sangre: los guardias nos quitan nuestras tarjetas de identidad, detrás de nosotras se cierra el portón, seguimos por unos corredores sombríos:una escena como de alguna película carcelaria. Después nos dividenen grupos y manos a la obra. “Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor”: nos cuidó el Espíritu Santo, sin Él,hubiera sido imposible actuar. Las palabras que surgían en nuestros corazonesen aquellos momentos eran: “la fuerza se perfecciona en la debilidad” y “no serán ustedeslos que hablarán, sino el Espíritu de su Padre”. Esas fueron las acciones del Espíritu divino, que realmente experimentamos.
Pensandolo humanamente, somos solamente unas simples mujeres. No es fácil hablar sobre Dios delante de unos 20-30 hombres heridos por el pecadopropio yajeno. Sin embargo hemos visto comoel Señormismo actuaba y transformaba corazones, a través de nuestra debilidad y de la fuerza de la Palabra que Élpuso en nuestros labios. La prisión, delante de nosotras,se transformaba en el pesebre de Belén: Cristo vino a aquellos que más lo necesitaban. No nació sobre el altar de mármol de una bella capilla; vino a un simple salón carcelero. Una mesa de ping-pong, cubierta con una sábana blanca,se volvió el lugar de su presencia eucarística. Acaso no es esto un milagro! El Verbo se hizo carne. Precisamente en aquel lugar, delante de nuestros propios ojos, se realizó la Navidad!

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La Eucaristía es el tiempo cuando cada una de nosotras se presenta ante Dios y le pide que sea Él quien nos transforme. Es un momento cuando Cristo nos unifica.
La misa es una fuente de fuerza para todo el día. Es un increible milagro de Dios. Al venir a la Eucaristía sabemos como somos, y le pedimos a Jesús que nos transforme, que nos enseñe a amar, que nos una, que construya de nosotras una familia. La misa es también el tiempo cuandole encomendamos a Dios a aquellos que nos piden la oración, a aquellos que amamos. Este es el mejor momento del día para decir: Dios mío, te entrego a mí misma, todo lo que soy, lo que poseo y a los que llevo en mi corazón.
La Liturgia de las Horas es la oración de toda la comunidad. Decubrimos la riqueza de los salmos, himnos y lecturas.. A veces hay frases, que ya habíamos escuchado, que se vuelven muy importantespara nosotras, así como si Dios nos enviara sus mensajes eindicaciones.