El Siervo de Dios, padre Jacinto- Adán Woroniecki nació en 1878 en Lublín, en una familia ducal. Junto con sus hermanos recibió una educación esmerada, primero en casa, después en escuelas de Varsovia. En la universidad de Friburgo se graduó en ciencias Biológicas y después en Teología. Entró en el seminario de Lublín donde se ordenó sacerdote en 1906. Después de la muerte de su padre que se oponía a su vocación monacal, en 1909 entró en la Orden Dominicana y empezó el noviciado en Florencia, tomando el nombre de Jacinto. Unos años después fue enviado a Polonia para renovar la provincia Polaca de la Orden.
Muchos años enseñó en universidades católicas (el estudio de su propia Provincia, la Universidad Católica de Lublín, Angelicum de Roma)- teología moral, patrología, historia de la Iglesia, hagiografía, pedagogía, homilectica. Como pastor patrocinaba diferentes ambientes: intelectuales, jóvenes, movimiento misionero, propietarios rurales, militares, boy scouts. Ante todo era educador y también, quizá por eso, apreciado conferenciante, predicador y confesor. Por su iniciativa, en 1932 fue fundada la Congregación de las Hermanas Dominicas Misioneras.
Dejó más de 200 escritos editados de los cuales muchos son reeditados actualmente, por ejemplo La plenitud de la oración, Real sacerdocio, El misterio de las Divina Misericordia, El conocimiento de gestionar y ordenar, A base de la cultura católica, El carácter católico de tomismo, Informe celestial. Se ocupó de muchas cosas, sin embargo lo principal que le preocupaba era el verdadero bien del hombre y su salvación, la grandeza de la persona, su vida digna y que el hombre alcanzara la plenitud.
El Padre Jacinto falleció el 18 de mayo de 1949 en Cracovia. Su tumba se encuentra en la iglesia de los dominicos de San Jacinto en Varsovia.
El 7 de diciembre de 2004 empezó su proceso de beatificación.