Oración en el noviciado

El tiempo de la formación inicial tiene como fin crear un espacio en el cual la oración se haga lo más importante para nosotras. La oración comprendida como el encuentro con Dios, un estar permanente en Su Presencia, independientemente de lo que estamos haciendo. En esto se expresa el carácter contemplativo- apostliólico de nuestra espiritualidad. Vamos aprendiendo tal oración hasta el fin de la vida, tratando de equilibrar y unir la vida de oración con la proclamación de la Palabra de Dios en todas partes y de todos modos.
La oración en el noviciado no es sólo aprender la actitud de relacionarse con Dios, sino también de unirse a un muy concreto plan de oraciones de la comunidad de las hermanas: la santa Misa cotidiana, la Liturgia de las Horas, el rosario, la contemplación de la Sagrada Escritura y la adoración. Damos mucha importancia a la contemplación de la Palabra de Dios- aprendemos a ver la vida a través de su prisma. La oración de intercesión y la por los muertos, en especial por los bienhechores de nuestra Orden, ocupan un lugar particular.
El oratorio del noviciado, es decir una pequeña capilla con el Santísimo Sacramento que se encuentra en el mismo piso que nuestras celdas, permite vivir mejor el tiempo de la formación. Es un lugar de oración dedicado solamente para nosotras. Gracias a eso nuestra unión con Jesús puede desarrollarse y fortalecer de acuerdo con el deseo y la predisposición de cada una de nosotras.